En mi opinión, el problema se reduce a un concepto: El
"enfoque".
Cuando hablo de "enfoque" no me refiero a ningún tecnicismo de
los muchos empleados en el ámbito de la publicidad y las RRPP; es decir, no
estoy hablando de posicionamiento de marca, ni de un enfoque determinado hacia
un público objetivo en concreto. Hablo de enfoque en un sentido mucho más
general y etimológico, en el sentido de perspectiva.
Creo que hay que dar una vuelta de tuerca de 180º. Sé que muchísima gente
piensa que la disciplina a la que nos dedicamos en esta carrera es muy abierta
y dinámica. Y en cierto modo claro que lo es, pero sólo en su fuero interno.
Sin embargo, pienso que es ahora más que nunca cuando debemos
replantearnos algunos axiomas que hemos ido asimilando como verdades
irrefutables.
En primer lugar, creo que, tal y como corroboran los datos que nos ofrece
Infoadex, lo más evidente en primer término es que lo que sirvió para antes, no sólo no tiene que servir para ahora, sino
que probablemente puede suponer un gran inconveniente , tanto a nivel
individual como colectivo. En consecuencia, pienso que los mercados de la
comunicación, la publicidad y las RRPP, deben rediseñar sus funcionalidades.
Por ejemplo, la publicidad, como herramienta que es, puede servir para muchísimos
más fines de los que aparenta a priori. Sin ir más lejos, ahí está el
estudio de las inversiones publicitarias, por el cual podemos observar como,
tras años cayendo en picado en medios tan asimilados como son la tv, o los diarios, se
sigue invirtiendo al mismo nivel indiscriminadamente. A esto me refiero con los axiomas que deben
ser replanteados, ya que aunque parezca algo evidente, no cuesta mucho llevarlo a la práctica
Por otro lado, opino que también aceptamos y fomentamos actitudes erróneas a
la hora de, por ejemplo, contratar el personal de una empresa, o a la hora de “motivar”
al mismo. Por ejemplo, en cuanto a la competitividad, entiendo perfectamente
que ésta exista entre las diferentes marcas, empresas etc… Pero, creo que nos equivocamos
en todo lo que concierne a la comunicación interna. En muchos casos, se
promueve la competitividad entre los miembros de una misma empresa, cuando yo pienso que lo que precisamente se debería fomentar es todo lo contrario. Lo mismo ocurre en
las típicas charlas de empresa, en donde los jefes minan mentalmente la moral
de sus trabajadores, creyendo que de ese modo van a ser más “eficaces”. He
aquí, un ejemplo de a lo que me refiero; se trata de la escena de una película que transcurre
casi en su totalidad en la oficina de una empresa inmobiliaria, en donde se
promueven valores, que yo personalmente, recriminó, tanto a nivel individual
como para el buen funcionamiento de cualquier negocio:
En conclusión, como el lector ya habrá podido deducir, mi opinión es que,
aunque en principio pensemos todo lo contrario, estamos demasiado aferrados a
determinados cánones, especialmente en
nuestro ámbito, los cuáles suponen el primer obstáculo para poder salir
adelante.